¿Tanto comprobar importes para que luego todo se “cocine”?

Este es la pregunta que nos formulamos después de saber que más del 60% de directivos cree que las empresas ajustan los números de sus cuentas según su conveniencia, lo que vulgarmente conocemos como “cocinar”.


Este es la pregunta que nos formulamos después de saber que más del 60% de directivos cree que las empresas ajustan los números de sus cuentas según su conveniencia, lo que vulgarmente conocemos como “cocinar”.  Esta conclusión se basa en una encuesta realizada por Ernst & Young a directivos de 100 compañías de Europa, Oriente Medio, India y África.

Mapa del fraude en los negocios (Fuente, Diario el Economista del 7 de mayo 2013)

¿Dónde quedan las discusiones por los descuadres por diferencias de algunos céntimos o unidades monetarias que nunca falta cuando se comparan informes?, ¿Dónde queda la transparencia y responsabilidad social?… Bueno, siempre podremos decir que estamos dentro del 40% restante.

Fraude en los negocios (Fuente, Diario Expansión del 7 de mayo 2013)

Referencia: Diario Expansión y elEconomista

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Un libro para gestionar con éxito la «incompetencia»

Recién hemos “descubierto” a Gabriel Ginebra y a su muy recomendable obra, “El japonés que estrelló el tren para ganar tiempo” a través de una entrevista publicada en la revista Emprendedores (ver referencias). En su libro leeremos argumentos totalmente distintos a los que habitualmente se encuentran en las publicaciones de su categoría


Hemos empezado con la reunión, pero enseguida ha aparecido el mail de convocatoria de la reunión, la presentación en PPT, las actas, la revisión del acta y la discusión sobre si lo que pasó en la reunión es lo que se refleja en el acta.  Las reuniones son uno de los principales mecanismos que generan gestión barroca, el alejamiento progresivo de la realidad del negocio y su substitución por el sucedáneo directivo.  De la huida hacia lo abstracto.  Del refugio en la superflua complejidad y en el proceso. (libro, página 84)

Recién hemos “descubierto” a Gabriel Ginebra y a su reciente obra, “El japonés que estrelló el tren para ganar tiempo” a través de una entrevista publicada en la revista Emprendedores (ver referencias).  En su libro leeremos argumentos totalmente distintos a los que habitualmente se encuentran en las publicaciones de su categoría (Empresa o Gestión) tales como aquellos que impulsan al lector a ser los “primeros” o afirman “que no se puede gestionar aquello que no se mide”, cliché frecuentemente recurrido en las presentaciones de Business Intelligence.

De la entrevista de referencia, extraemos lo siguiente:

  • Definición de incompetencia: Incumplimiento de los objetivos que nos hemos marcado
  • No es realista que todos aspiremos a ser números uno.
  • El discurso de la excelencia demuestra la incapacidad de reconocer que el orgullo, pereza y rutina pueblan las empresas.
  • Sólo puedes dar el cien por cien durante un período de tiempo corto, prolongar el esfuerzo en exceso acaba agotando y, a medio plazo, acabas fracasando.

“El japonés que estrelló el tren para ganar tiempo” es un libro muy recomendable, en el encontraremos «historias familiares» como el extracto que compartimos al inicio de ese post, que nos ayudarán a tener otra perspectiva y a gestionar mejor estas situaciones.

Referencia: Editorial ConectaEntrevista en revista Emprededores

Calidad de la información, también en crisis


Reputation Institute: «La reputación corporativa es la percepción e interpretación agregada de las acciones pasadas y de las perspectivas de futuro de las empresas»

La reputación corporativa no deja de ser otro aspecto que ayuda a construir el posicionamiento de las organizaciones, es decir, la idea o concepto que tienen los stakeholders sobre una empresa.  En consecuencia, cualquier aspecto que se haga o se deje de hacer contribuye a la construcción de la imagen de una empresa.

El principal mecanismo que tienen las organizaciones para contribuir a conservar su buena reputación corporativa, es la comunicación sobre su gestión, la cual debe contemplar no tan sólo la información económica/financiera, sino también la denominada “información no-financiera”, la cual comunica sobre las actividades que contribuyen indirectamente en la evolución económica de la organización (por ejemplo: Responsabilidad social o sostenibilidad).

El reporting corporativo o la serie de informes que elaboran las empresas que cotizan en bolsa, son medidos por una serie de instituciones que valoran la calidad de la información que se presenta a los stakeholders, especialmente a los accionistas.  En el caso de la bolsa de Madrid, la institución de referencia que analiza la calidad de los informes es Deva.  A inicios del mes de noviembre, esta empresa  ha publicado las conclusiones de su más reciente estudio: “Informe reporta 2012”.

La principal conclusión del Informe Reporta 2012, es que las grandes empresas no cumplen los estándares mínimos al presentar la información sobre su gestión y peor aún, algunas de ellas consideran “conveniente” ignorar la información «no financiera» como una medida para “reducir costes”, una medida muy absurda, por el impacto o reacciones negativas que generan , al final, es mayor el perjuicio que el ahorro.

Lecciones de «Etiqueta Verde»

No es una nueva publicación, pero personalmente la hemos “descubierto” recién, por la cantidad de seguidores que tiene la revista peruana Etiqueta Verde en Facebook y en Twitter, intuimos que no nos equivocamos al admirar la excelencia de sus artículos. Nos ha sorprendido su singular estilo, contenidos muy buenos, escritos con calidad literaria que transmiten con claridad conceptos, que quizás explicados de otra forma, no nos quedarían tan bien interiorizados y conllevarían a la reflexión, sensación que hemos tenido al leer algunos de los artículos que tiene en la portada de su Web. [autor: anibal francisco goicochea mendo]


No es una nueva publicación, pero personalmente la hemos “descubierto” recién, por la cantidad de seguidores que tiene la revista peruana Etiqueta Verde en Facebook y en Twitter, intuimos que no nos equivocamos al admirar la excelencia de sus artículos.  Nos ha sorprendido su singular estilo, contenidos muy buenos, escritos con calidad literaria que transmiten con claridad conceptos, que quizás explicados de otra forma, no nos quedarían tan bien interiorizados y conllevarían a la reflexión, sensación que hemos tenido al leer algunos de los artículos que tiene en la portada de su Web.

Un buen ejemplo es un breve ensayo sobre los principios de los bonos de carbono, “Una bolsa de valores para limpiar el planeta”, de la cual extraemos los siguientes conceptos:

  • Gases de efecto invernadero: gases atmosféricos, encargados de evitar que la Tierra se congele o que se caliente demasiado.
  • Dióxido de carbono: Es uno de los más importantes gases de efecto invernadero, resulta de la combustión del carbono, la putrefacción de los muertos y la respiración de los vivos. El también conocido como CO2 capta la energía solar y la dispersa convertida en calor para mantener la atmósfera tibia.
  • Cambios climatológicos: El consenso cientifico señala que son debidos a la quema a gran escala de combustibles fósiles para industrialización de las economías.
  • Protocolo de Kioto: Conjunto de compromisos y plazos (el primero de ellos de 2008 a 2012) promovido por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), aspira que las naciones emitian menos CO2 y capturen con eficacia al que ya está en la atmósfera.
  • Créditos de carbono: Se refiere al máximo de toneladas de CO2 que las empresas y los países pueden emitir.
  • Cap-and-trade: sistema para incentivar la reducción de emisiones y la captura de carbono el cual define condiciones de intercambio entre quienes lo hacen y quienes necesitan hacerlo. Si alguien se excede en emisiones, puede comprarle créditos a otro agente que haya emitido por debajo de su autorización.
  • Principio de las Bolsas de emisiones de CO2: Si una organización controla con eficiencia sus emisiones de CO2 o dado que los árboles capturan activamente CO2 y viven muchos años, si cuidan sus bosques o los reforestan, retirarán carbono de la atmósfera.  La autoridad competente entregará un certificado de créditos de carbono o de reducción de emisiones.  Con este certificado podrá ir a otra organización que necesiten reducir sus emisiones, pero que no pueden o no quieren hacerlo, y venderle sus créditos de carbono a un precio mutuamente convenido. De este modo la que vende gana dinero y la que compra gana el reconocimiento por el carbono que otra organización ha capturado.

Referencia: Web de la revista

La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) en «sopa de letras»

La falta de regulación o una normativa única en cuestiones tales como la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) da lugar a que gobiernos y administraciones locales, de ámbito reducido


La falta de regulación o una normativa única en cuestiones tales como la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) da lugar a que gobiernos y administraciones locales, de ámbito reducido, vean una oportunidad política para lograr réditos electorales a corto plazo, dificultando la aplicación o puesta en práctica de iniciativas necesarias para las organizaciones y sociedad.

 El diario Expansión, en su edición de lunes 09 de julio, nos cuenta lo siguiente:

Se trata de nuevas «acreditaciones» que están reglamentando algunas comunidades autónomas, necesarias para que una empresa que opera sobre su territorio pueda empreder acciones de RSC. Un intrusismo de los gobiernos autonómicos a los organimos internacionles experimentados en estos temas y que dificultarán la gestión de las empresas si las 17 CCAA siguen esta absurda iniciativa y que además se solapará con medias similares del gobierno central.