Hemos empezado con la reunión, pero enseguida ha aparecido el mail de convocatoria de la reunión, la presentación en PPT, las actas, la revisión del acta y la discusión sobre si lo que pasó en la reunión es lo que se refleja en el acta. Las reuniones son uno de los principales mecanismos que generan gestión barroca, el alejamiento progresivo de la realidad del negocio y su substitución por el sucedáneo directivo. De la huida hacia lo abstracto. Del refugio en la superflua complejidad y en el proceso. (libro, página 84)
Recién hemos “descubierto” a Gabriel Ginebra y a su reciente obra, “El japonés que estrelló el tren para ganar tiempo” a través de una entrevista publicada en la revista Emprendedores (ver referencias). En su libro leeremos argumentos totalmente distintos a los que habitualmente se encuentran en las publicaciones de su categoría (Empresa o Gestión) tales como aquellos que impulsan al lector a ser los “primeros” o afirman “que no se puede gestionar aquello que no se mide”, cliché frecuentemente recurrido en las presentaciones de Business Intelligence.
De la entrevista de referencia, extraemos lo siguiente:
- Definición de incompetencia: Incumplimiento de los objetivos que nos hemos marcado
- No es realista que todos aspiremos a ser números uno.
- El discurso de la excelencia demuestra la incapacidad de reconocer que el orgullo, pereza y rutina pueblan las empresas.
- Sólo puedes dar el cien por cien durante un período de tiempo corto, prolongar el esfuerzo en exceso acaba agotando y, a medio plazo, acabas fracasando.
“El japonés que estrelló el tren para ganar tiempo” es un libro muy recomendable, en el encontraremos «historias familiares» como el extracto que compartimos al inicio de ese post, que nos ayudarán a tener otra perspectiva y a gestionar mejor estas situaciones.
Referencia: Editorial Conecta y Entrevista en revista Emprededores