Para la empresa, cada inteligencia para cada necesidad y de manera complementaria

No son poco los documentos que señalan como algunas grandes empresas, poseedoras de grandes volúmenes de información, han construido un modelo de negocio a través del análisis de los datos que tienen a su disposición. No se trata tan sólo de la “magia” de la informática, cuantos más datos poseemos, más crucial resulta formular preguntas inteligentes, habilidad, sólo posible, al menos por ahora, con la inteligencia humana.


No son poco los documentos que señalan como algunas grandes empresas, poseedoras de grandes volúmenes de información, han construido un modelo de negocio a través del análisis de los datos que tienen a su disposición. No se trata tan sólo de la “magia” de la informática, cuantos más datos poseemos, más crucial resulta formular preguntas inteligentes, habilidad, sólo posible, al menos por ahora, con la inteligencia humana.

El autor del artículo de referencia recomienda para la empresa la aplicación complementaria de cuatro inteligencias conocidas, cada una poseedora de ciertas fortalezas que resultan recomendables en determinadas circunstancias:

  • Inteligencia artificial. Los ordenadores son expertos a la hora de analizar grandes masas de datos a partir de diversas fuentes y resumiéndolos en formatos útiles. Pero sin embargo, los ordenadores no formulan preguntas inteligentes, no dan saltos creativos y no saben cuándo dejar de iterar.
  • Inteligencia de multitudes. Se trata del aporte de un gran grupo de individuos anónimos a un problema empresarial, normalmente reunidos a través de una plataforma digital (mejor ejemplo, Innocentive), técnica conocida como Crowdsourcing. Al igual que ocurre con los ordenadores, se les da bien en optimizar dentro de los parámetros que les son dados. Pueden ser innovadoras dentro de un espacio claramente definido, pero no se les da bien las tareas verdaderamente creativas. Asimismo, tienen poco sentido del contexto, es decir, de la razón por la que trabajan en una tarea en particular.
  • Inteligencia de equipo. Es el valor que pueden aportar un pequeño grupo de cinco a siete individuos cuidadosamente seleccionados. Pueden ser extremadamente buenos a la hora de combinar perspectivas y generar puntos de vistas novedosos. También pueden ser buenos cuando se trata de poner en duda supuestos o la hora de indagar por el contexto más amplio en el que se enmarca su trabajo. En contra, los equipos suelen avanzar con lentitud y terminan ofreciendo resultados de una calidad variable.
  • Inteligencia humana. Los individuos son conscientes del contexto, son altamente creativos (las grandes obras de arte, música o ficción son producto de individuos, no de equipos). Sin embargo, los individuos tienen un alcance limitado en sus logros, sus conocimientos son limitados, son poco eficientes en el análisis de datos y sufren miopía cognitiva, con tendencia a tomar decisiones sesgadas y con estrechez de miras.

Referencia: Harvard Deusto Busines Review (Número 252)

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Apuntes sobre innovación

Nos puede gustar o no la línea editorial de un diario, pero cuando tiene una sección o columna tan buena como las entrevistas de La Contra de La Vanguardia, muy valen su mención como la que se publicó el pasado 29 de enero, titulada “Cuando innovas, te atacan los anticuerpos de tu empresa”, de la que extraemos las siguientes frases:


Nos puede gustar o no la línea editorial de un diario, pero cuando tiene una sección o columna tan buena como las entrevistas de La Contra de La Vanguardia, muy valen su mención como la que se publicó el pasado 29 de enero, titulada “Cuando innovas, te atacan los anticuerpos de tu empresa”, de la que extraemos las siguientes frases:

  • El metabolismo del mundo se está acelerando, por eso la experiencia del pasado lastra a quienes tratan de acelerarse con él.
  • La capacidad de los ordenadores aumenta más deprisa que nuestra capacidad de aprovecharla.
  • Antes el aprendizaje de una profesión duraba 30 años; hoy debes aprender un oficio cada cinco años o te quedas sin.
  • La única manera de aprender es equivocándose… Pues a innovar se aprende igual.
  • En el Valle (por Silicon Valley) cuando dices “quiero cambiar el mundo” nadie pregunta “¿y tú quién eres?”, sino “¿cómo?” y si les gusta tu “cómo”, se suman.
  • En tecnología la estrategia es que tú tienes que ser disruptivo con tu modelo de negocio antes de que lo sea otro y te arruine.

Referencia: aquí y aquí

“Bien o bonito, lo hago otro día”… Cuando la calidad no es importante

Hace unos días culminé con unas sesiones de SAP Business Intelligence, y como es lógico, en la última sesión tocaba “examen”, eso sí, con todo el material a su disposición (como en la vida real), incluyendo Google. En los últimos minutos, revisando los trabajos, me percato de algunas soluciones “originales”, brindaban el resultado solicitado, pero de aquella forma que nunca quisiéramos encontrar si nos tocara modificarlo. Al exigir una explicación, se me indica que “hace lo que he pedido” y “que bien o bonito, ya lo haría otro día”… Plop!… Lo curioso de esta anécdota, es que respuestas similares ya la hemos escuchado en la “vida real”.


Hace unos días culminé unas sesiones de SAP Business Intelligence, y como es lógico, en la última sesión tocaba “examen”, eso sí, con todo el material a su disposición (como en la vida real), incluyendo Google.  En los últimos minutos, revisando los trabajos, me percato de algunas soluciones “originales”, brindaban el resultado solicitado, pero de aquella forma que nunca quisiéramos encontrar si nos tocara modificarla.  Al exigir una explicación, se me indicó “hace lo que he pedido” y “que bien o bonito, ya lo haría otro día”… Plop!…  Lo curioso de esta anécdota, es que respuestas similares ya la hemos escuchado en la “vida real”.

La culpa de esta situación, en parte fue mía, porque sólo me limité a indicar lo que quería (alcance) pero no detallé nada sobra la forma, especialmente lo relacionado a la calidad.  Algo similar sucede en los requerimientos de los proyectos informáticos, se señala lo que se desea pero no los criterios mínimos de calidad que debe tener la solución, para medianamente garantizar su mantenimiento y evolución.  Más “pecado” tiene cuando la calidad se olvida en la implementación de soluciones de Business Intelligence o Corporate Performance Management (CPM o EPM) las cuales van dirigidas a mejorar la eficiencia de los procesos de negocio.

Dar por su supuesto que la calidad será parte de la solución, sería un error.  Tal vez sea porque se reducen los costes y los plazos, pero parece que hacer las cosas bien se considera una pérdida de tiempo.  Para que esto no te suceda, te sugerimos que en el alcance de tu proyecto, especifiques lo siguiente:

  • Todos los entregables (documentos y solución en sí), deberían estar regidos por estándares de calidad oficiales o adaptaciones de las mismas.
  • Especificar los procedimientos para asegurar que la calidad de integra en la solución.  Por ejemplo, se podría definir una planificación de auditorías y como se actuará con el resultado de ellas.
  • Señale como se controlará la calidad, indicando las métricas, tolerancias y responsabilidades.

En una coyuntura tan dinámica o cambiante, de poco servirá una solución que nos brinde el alcance solicitado y que por problemas de calidad,  sea rígida o poco flexible a ser modificada o evolucionada.

Claves de las personas “exitosas”

Cuando cursamos nuestro MBA teníamos una serie de asignaturas que comúnmente se conocen como de habilidades directivas y personales, normalmente de trataba de un fin de semana monotemático en el que se trabaja alguna “habilidad”. A pesar del esfuerzo de los excelentes profesores que tuve, no me lo llegaba a creer. No me convencia que desde un viernes por la tarde a un domingo al medio día, el “milagro” se había producido en muchos de mis compañeros, como algunos señalaban muy convencidos.


Cuando cursamos nuestro MBA teníamos una serie de asignaturas que comúnmente se conocen como de habilidades directivas y personales, normalmente de trataba de un fin de semana monotemático en el que se trabaja alguna “habilidad”.  A pesar del esfuerzo de los excelentes profesores que tuve, no me lo llegaba a creer.  No me convencia que desde un viernes por la tarde a un domingo al medio día, el “milagro” se había producido en muchos de mis compañeros, como algunos señalaban muy convencidos.

Al igual que no creo en la “imposición de manos”, tampoco creía que dos discusiones del método del caso, alguna teatralización y algunos juegos en equipo, obraran el milagro.  En todo caso, sería una pincelada más, que se uniría a otras vivencias, lecturas y otras experiencias que contribuirían a potenciar habilidades en el futuro.

Entre el material de lectura que nos entregaban no faltaban listas de características como podría ser la que hemos encontrado en la publicación de referencia sobre las claves de personas “exitosas”:

  • Reconocen los errores.
  • Rehúsan la autocompasión.
  • Son independientes y confían en sí mismas.
  • Son capaces de ver, al mismo tiempo, los detalles y el marco ampliado de una situación.
  • Aprenden a controlar los impulsos.
  • No tratan de hacer demasiadas cosas a la vez o demasiado pocas.
  • Tienen la capacidad de aplazar la gratificación.
  • Equilibran el pensamiento analítico, creativo y práctico.
  • Disponen de una alta motivación.
  • Saben cuándo perseverar.
  • Saben cómo sacar el máximo partido de las propias habilidades.
  • Traducen el pensamiento en acción.
  • Se orientan hacia el producto.
  • Completan las tareas y llegan al final.
  • Tienen iniciativa.
  • No tienen miedo al fracaso. Corrigen los errores y aprenden de ellos.
  • No postergan.
  • Tratan de superar las dificultades personales.
  • Se centran y concentran en alcanzar los objetivos.
  • Tienen autoconfianza. Creen en la propia capacidad de alcanzar los objetivos.

Tampoco me creo esta lista, pero creo que puede sumar y contribuir para mejorar en el futuro

Referencia: Harvard Deusto Business Review (número 214)

Comprendiendo la “alocada” estrategia de Lady Gaga

Quizás Lady Gaga no habría imaginado que podría ser un modelo a seguir para las empresas. Son varios los artículos que se han escrito sobre su estrategia para llegar al público, uno de los más recientes identifica las 4 “e” sobre la que se basaría la cantante excéntrica (al menos es la imagen que desea transmitir):


Quizás Lady Gaga no habría imaginado que podría ser un modelo a seguir para las empresas. Son varios los artículos que se han escrito sobre su estrategia para llegar al público, uno de los más recientes identifica las 4 “e” sobre la que se basaría la cantante excéntrica (al menos es la imagen que desea transmitir):

  • Emociones. Se ha valido de los medios sociales para comunicase constantemente con sus fans (clientes), creado lazos emocionales.
  • Experiencia. Diseños de vestuarios únicos, videoclips más extensos y diferentes, facilidad para ver y descargar sus vídeos; son algunos de los aspectos que propician una experiencia única que perdura en la memoria de su público y contribuye al apoyo popular.
  • Compromiso (Engagement). Los cambios de hasta veinte veces de vestuario en un concierto, los cambios de ropa en su vida diaria, la divulgación de noticias o mitos por las redes sociales, propicia que se habla de ella, facilitando que su producto (su música) llega a nuevos públicos.
  • Exclusividad. Al  buscar la diferenciación logra la exclusividad.  El dialogo constante con su público a través de las redes sociales (especialmente a través de Facebook y Twitter, básicas para la “intimidad de masas”) sería una estrategia para convertir los fans en amigos de confianza (“al fin al cabo, ¿quién le podría robar a un amigo?”), clave ante los índices tan elevados de la piratería.

Adicionalmente, resulta clave para la estrategia de la “Lady”, comprender los cambios en las tendencias en el sector en el que se desenvuelve, necesario para reinventarse y proponer cosas nuevas a su público. 

Así mismo, resulta clave para el cumplimiento de su estrategia, el equipo multidisciplinar que la acompaña y complementa sus habilidades creativas. “El diablo está en los detalles de la realización del trabajo”.  Muchas empresas dedican meses, o años a estrategias elaboradas, mientras olvidan desarrollar estructuras, procesos y marcos de referencia que las implementen.  Muchos directivos son muy buenos fijando objetivos; sin embargo les falta motivación para llevarlos a cabo.

Nos guste o no la música o ruido que hace Lady Gaga, ha enseñado los pilares para el logro de una estrategia exitosa:  

  • Visión,
  • Conocimiento del sector y del cliente,
  • Compensación entre habilidades y debilidades,
  • Implementación consistente e
  • Impulso a la innovación y a la renovación constantemente.

Los gerentes inseguros con sus objetivos profesionales, a menudo dejan pasar oportunidades y, en consecuencia, envían señales contradictorias a subordinados, colegas y superiores.

Referencia: Revista Harvard Deusto (número 116 – may/jun 2013)