Si las cuentas se encuentran auditadas, estas pueden incluir una opinión favorable y sin salvedades, desfavorable o favorable pero con salvedades. Si la magnitud del problema detectado por el auditor es grande, estos podrían denegar la opinión.
Por otro lado, puede darse el caso que las cuentas no se encuentren auditadas o que los auditores no detecten los maquillajes, en tales casos podría ser útil observar los siguientes aspectos:
- Demasiada deuda. Las empresas muy endeudadas son más propensas a manipular las cuentas.
- Cambios en los criterios contables. Siguiendo un principio de uniformidad, la adopción de un criterio para el tratamiento de la información contable debería mantenerse en el tiempo, a menos que varíen las circunstancias iniciales que determinaron la adopción del criterio (p.e.: cambios en la política de amortización, deterioros, provisiones, activación de gastos, etc.). Si se producen estos cambios, siempre deben estar explicados en la Memoria de la organización.
- Errores. Los errores contables correspondientes a ejercicios anteriores aparecerán cuantificados en el estado de cambios en el patrimonio neto.
- Filiales no consolidadas. Omisión de la consolidación de filiales con participación muy próxima o superior al 50%.
- Transacciones elevadas fuera de balance. Casos de deuda no incluidas en el balance cuando la garantía de devolución es el propio activo financiado (Project finance).
- Diferencias entre resultado neto y flujo de caja operativo. Cuando el resultado neto es positivo y mucho mayor que el flujo de caja de las operaciones, puede indicar que la empresa ha elevado partidas indebidamente, por ejemplo, clientes o existencias.
- Variaciones significativas de plazos. Es importante analizar la evolución de los plazos de clientes, existencias y proveedores. Por ejemplo, si los plazos de cobro aumenta considerablemente con relación a años anteriores o a la competencia, es un indicio de aumento de la morosidad o hay deterioros no reconocidos.
Técnicas de maquillaje
- Aumentar o reducir gastos, utilizando estimaciones interesadas (Deterioro/amortización de inmovilizado inmaterial/material e inversiones inmobiliarias, deterioro de existencias, deterioro de operaciones comerciales, deterioro de operaciones de tráfico, deterioro de inversiones financieras – valores no cotizados en mercados regulados – , deterioro de créditos a largo/corto plazo, reestructuraciones empresariales, deuda y gasto en materia de planes de pensiones, cuantificación de trabajos realizados para el inmovilizado, impuesto sobre beneficios negativos y crédito por pérdidas a compensar).
- Activar o considerar como gasto, eligiendo la alternativa contable que más interesa (Investigación, desarrollo, reparaciones y conservación, mantenimiento, publicidad, gastos financieros, diferencias de cambio).
- Contabilizar gastos con cargo a reservas en lugar de llevarlos a la cuenta de resultados (eligiendo la alternativa contable que más interesa: Ajustes por errores de ejercicios anteriores, clasificar instrumentos financieros como cartera de negociación o como disponibles para la venta).
- Endeudarse a través de compañías que no se consolidan (Utilización de empresas interpuestas, utilización de empresas vinculadas que no consolidan por otras causas de exención de la obligación de consolidar).
- Cambiar el criterio de reconocimiento o valoración de stocks (utilizando estimaciones o eligiendo la alternativa contable que más interesa: FIFO, promedio, cuantificación del coste de producción imputando más o menos costes indirectos de fabricación, incluir existencias de ciclo largo como activo fijo).
- Contabilizar transacciones haciendo estimaciones optimistas o pesimistas sobre el futuro utilizando estimaciones interesadas (Activos, pasivos, ingresos, gastos, amortizaciones y provisiones).
- Generar resultados excepcionales con la finalidad de mejorar las cuentas o viceversa (venta de inmovilizados).
- Reconocimiento anticipado de ingresos o diferimiento del reconocimiento de gastos (gastos anticipados o ingresos diferidos).
- Ventas ficticias (contabilización de depósitos como si fueran ventas o contabilizar ventas como si fueran depósitos).
- Compensar partidas de activo y pasivo o de ingreso y gastos.
- Transacciones a precios fuera de mercado, irreales con compañías que no se consolidan
- Falta de información sobre filiales.
- Reclasificación de partidas (Clasificar inmuebles como inmovilizado material, como inversiones inmobiliarias o como activos no corrientes mantenidos para la venta. Clasificar instrumentos financieros como inmovilizado financiero, como inversiones financieras temporales o como inversiones financieras de alta liquidez. Clasificar instrumentos financieros como cartera de negociación o como disponibles para la venta).
Referencia: Revista Harvard Deusto (Número 246)