En ocasiones hemos cuestionado las «corazonadas» o «intuiciones» en la toma de decisiones en los negocios, aquellas decisiones más guiadas por prejuicios, emociones o deseos y que tienen muy poco en común con la verdadera intuición, una percepción inmediata de una realidad, libre de sentimientos, razonamientos o análisis complejos.
El documento de referencial solemos leer de manera muy ocasional, pero cuando lo hacemos encontramos temas de nuestro interés, en este caso se trata de un artículo titulado “Despertar La Intuición” (Raúl de La Rosa), de esta fuente extraemos las siguientes ideas:
¿Qué es la intuición?
La intuición es “mirar hacia dentro”, es la facultad de alcanzar una verdad sin necesidad de razonamiento, facultad que muchas veces está bloqueada por una forma más analítica de conocimiento.
La intuición y el conocimiento
La intuición es un conocimiento directo de la realidad, que no está basado en la información consciente e inconsciente de que disponemos. Sin embargo, tener información de aquello que queremos conocer intuitivamente ayuda a definir con mayor claridad el objetivo en la mente.
La intuición puede ayudarnos a avanzar con éxito en cualquier aspecto. Esto no significa renegar de la razón, sino que lo racional y lo intuitivo trabajan más eficazmente cuando se fusionan en un solo camino de descubrimiento de la realidad.
Debemos aprender a reconocerla
La intuición se suele manifestar en cada persona de forma diferente y lo hace en distintos ámbitos. Debemos estar atentos para reconocer nuestra forma particular de percibirla. Puede llegar a través de una palabra, frase, imágenes, ideas, un sentimiento, sensación o un efecto físico.
Cómo activar la intuición
- Incentivar la curiosidad. La observación, la escritura, la música o el dibujo son actividades que motivan la creatividad, por consiguiente, a la intuición.
- Formular preguntas. Plantear preguntas bien dirigidas y precisas, y después dejar pensar en ello. La mente buscará una respuesta que puede llegar al instante o tardar varios días en acceder a la consciencia.
- Consultar los sueños. Mientras se duerme, la mente se desliga de la razón. Se puede probar formularse una pregunta concreta antes de dormir, quizás al despertar obtengamos una respuesta del inconsciente.
- Practicar meditación.
Nuestra conclusión
Entre la creatividad e intuición encontramos muchos aspectos en común, especialmente en las sugerencias o pautas para desarrollarlas o encaminarlas. Al final, en ambos casos, se trata de inmediatez y originalidad para ver cosas que otros no ven. Quizás la intuición deriva en la creatividad, pero este tema ya conduce a un debate ajeno a nuestros fines.
Para mejorar nuestra toma de decisiones, consideramos lo siguiente:
- Ampliar nuestras fuentes de información y conocimiento,
- Preguntar y escuchar,
- Al momento de decidir, reconocer y dejar al margen las emociones personales.
Rferencia: Revista Mente Sana (número 108)