Adjetivo muy usual para describir procesos, implementaciones de una solución informática o a toda una empresa: “… y con el nuevo sistema se brindará agilidad a la toma de decisiones… ” (bravo!… aplausos y más fuegos artificiales).
Una empresa que aspira brindarle agilidad a su gestión, debería considerar los siguientes aspectos que describen a una auténtica empresa ágil:
- Anticipación. No se trata de predecir el futuro, sino de desarrollar puntos de vista ante cambios posibles. Incluye el estudio de varios e hipotéticos escenarios que consideren cuestiones tales como la consolidación del sector, desarrollo del producto, determinación del precio y las necesidades de los clientes/consumidores.
- Percepción. Basado en sólidos sistemas de información que propicien y faciliten el análisis, debería controlarse lo siguiente:
- Seguimiento a las características del mercado.
- Identificar tendencias (especialmente los cambios de comportamiento de los clientes).
- Conocer las acciones de los competidores.
- Analizar los cambios en la cadena de suministro.
- Cambios entre la oferta y la demanda.
- Evolución de los indicadores macro y microeconómicos.
- Adaptación. Las empresas deben considerar la posibilidad de reformular parte de sus procesos para responder con eficiencia los cambios en el mercado o ante una nueva realidad.
- Respuesta. La consideración de los tres aspectos anteriores, conllevarán a una reacción más inmediata, dado que podría darse la circunstancia que un nuevo panorama habría sido valorado con anterioridad y se tuviese posibles respuestas antes que se concretara.
Referencia: Revista Harvard Deusto (número 219)