La gestión del riesgo, desde nuestro parecer, es otra de las disciplinas requeridas y necesarias para las organizaciones, pero que se encuentra en “estado de hibernación” para la gran mayoría de las empresas, al igual que la Sostenibilidad y Responsabilidad Social, están a la espera de “mejores tiempos”.
En cuanto al “Riesgo”, cabría primero preguntarse, ¿Qué es?, para ello bastaría recurrir a algunas clásicas fuentes:
- RAE: Contingencia o proximidad de un daño (y por contingencia: Posibilidad de que algo suceda o no suceda).
- Wikipedia: Posibilidad de que una acción o actividad (incluida la inacción), dará lugar a una pérdida (o un resultado no deseado).
- Diccionario Oxford: Situación que implica la exposición a un peligro. Exponer a alguien o algo valioso al peligro, daño o pérdida.
- Diccionario Business: Probabilidad o amenaza de un daño, pérdida o acontecimiento negativo que se produce por vulnerabilidades externas o internas, y que puede ser neutralizada a través de acciones preventivas.
Juntando estas piezas podríamos señalar que el riesgo es la identificación de las amenazas que pueden conducir a la perdida de algo valioso.
Y lo siguiente que nos preguntaríamos ¿cuales son?, ¿categorías? o ¿clases? y estas respuestas las encontramos en un excelente artículo de la Harvard Business Review, en su edición impresa de junio de 2012, titulado «Managing Risks: A New Framework», escrito por Robert S. Kaplan, coautor de la metodología del Cuadro de Mando Integral (Balanced Scorecard).
Kaplan señala tres categorías de riesgos (Evitables, Estratégicos y Externos) cada uno de ellos requiere un enfoque, gestión, seguimiento o control particular, porque según sus características, se podrán evitar, reducir la posibilidad de su ocurrencia o mitigar sus consecuencias.
Referencia: HBR.org