Esta semana se anunciaba, como muy poco “ruido” que Google da los primeros pasos para convertirse en operador de Internet. Su propuesta seria una red ultra rápida que podría llegar a alcanzar un gigabit por segundo en la transferencia de datos. Las pruebas iniciales serían sólo en EEUU a la que participarían un privilegiado grupo de usuarios. Esta iniciativa después podría ser desplegada en otras regiones.
De este modo Google cubriría toda su cadena de servicios, que competidores y algunos organismos, de desplegarse a mayor escala, no tardarán en cuestionar. Telefónica ya podría ir olvidándose de su absurdo sueño de cobrar a Google “por el uso de sus redes”, uno más que junto a la prensa, editoriales y gobiernos; ven en el primer buscador una fuente de ingresos.
aníbal goicochea