Business Intelligence – Perspectiva personal
En la coyuntura actual, si algo estamos compartiendo sin excepción, son los efectos del cambio de ciclo económico y social, producto de la gestión, no tan solo de las grandes entidades financieras, sino también de los gobiernos, empresarios, administradores y casi todos en general; que hemos venido tomando nuestras decisiones en función de modas, consejos sin fundamento, entusiasmo, intuición o simple seguidismo.
Ahora, enfrentados a la “inesperada” realidad, toca preguntarse si la forma de actuar ha sido la correcta, si el estilo de gestión, el “siempre se ha hecho así”, debe seguir siendo el mismo. Definitivamente, si nos hemos dado de bruces contra una pared, retroceder para volver por los mismos pasos, no sería lo más aconsejable.
Es momento de emprender cambios y considerar alternativas serias, comprobadas y aplicadas por las grandes corporaciones. Alternativas, tales como, el Business Intelligence (BI, Inteligencia de Negocios o Empresarial), columna vertebral del Corporate Performance Management (CPM, Gestión del Rendimiento Corporativo), es sin duda, un valioso instrumento de apoyo en la gestión operativa y estratégica de las empresas modernas.
La ejecución de un proyecto de Business Intelligence (BI) debería ser abordado profesionalmente, implicando el compromiso y participación de los que gestionan las unidades de negocio. No estamos hablando de un proyecto exclusivamente técnico. El punto de partida es la compresión de los ejes y objetivos estratégicos que aspira la compañía, en función de estos pilares y utilizando el conjunto de técnicas que componen el BI (Datawarehousing, Reporting, Cuadros de mando, Data Mining, …), se diseña la solución que aportará valor a la dirección de la corporación.
Contando con el análisis y diseño del proyecto de BI, se procede al desarrollo de la solución, seleccionando el software más adecuado para su aplicación. Lamentablemente, en ocasiones, por absurdas premuras, se procede en sentido inverso. Adquirir un software de BI y replicar los informes que obtienen los usuarios en sus sistemas actuales, no aportará mayor información o conocimiento para tomar decisiones diferentes.
El uso del Business Intelligence no debería ser exclusivamente para las grandes corporaciones. Toda empresa, no importando el tamaño de su estructura organizativa, con ambición y deseos de ser líder, debería incorporar las técnicas del BI en su gestión, mientras más pronto incorpore el uso de cuadros de mando y otros herramientas del BI, como parte de su cultura y hábitos de sus colaboradores, será mejor para su organización y evitará pasar por complejos períodos de adaptación.
Los grandes volúmenes de información que se genera dentro y fuera de las empresas, requieren una adecuada gestión y tratamiento, que permita identificar, oportunamente, el cambio de las variables que afectan a los planes estratégicos. El Business Intelligence no evitará los cambios de ciclo, pero puede ayudar, en gran medida, abordarlos de un modo diferente, informándonos si las acciones que se están llevando a cabo siguen siendo viables y adecuadas para el logro de nuestros objetivos.
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aníbal goicochea