Evitemos ser esclavos del PowerPoint


Muy pocos conciben la idea de realizar una exposición sin una presentación en PowerPoint.  ¿Visitar un cliente?, ya estamos pensando en el número de “slides”, ir sin un “PPT” sería una decepción incluso para nuestro anfitrión, que seguro habrá reservado, sin pedírselo, una sala con proyector para nuestra visita. Pero ¿quién es el valiente para contravenir lo “habitualmente” establecido?

Llenar “diapositivas” de textos e imágenes que quizás nadie lea o vea, ¿qué efectividad puede tener? lo más probable es que estaremos pendientes de la secuencia de la presentación, que del lenguaje corporal de nuestro auditorio para saber si realmente el mensaje que estamos tratando de transmitir, está siendo recibido. Peor aún, si por calidad del proyector, tendremos que apagar las luces de la sala, seguro que en más de uno produciremos una placentera “siestecita”.

Sugerencias para un buen orador

Creemos que si se domina el tema del cual se va hablar, para una visita, una presentación es necesaria quizás en los momentos iniciales para introducir el tema, luego debería transcurrir según el feedback o las sensaciones que percibamos, teniendo como eje los dos o tres mensajes claves que deseamos transmitir.  En caso contrario, si dudas de tus habilidades, mejor será que elabores un PPT, de esos “espectaculares” con muchos “efectos especiales” y si es posible, apaga la luz de la sala.

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Autor: anibal goicochea

anibal goicochea mendo Formador y Consultor Informático, especialista en Business Intelligence, Planificación, Presupuestos, Consolidación Financiera y Datawarehousing con soluciones basadas en SAP BW/HANA, SAP BPC y SAP BusinessObjects BI, entre otros productos.

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